La visión de una obra del artista mexicano José Luis Ramírez es una experiencia que tiene que confrontarse. En primer lugar, el espectador se dará cuenta de un cóctel de figuras, símbolos, frases y elementos quizás frenéticos, nostálgicos, pero ciertamente dispares.
En una apreciación más completa y profunda, llega el mensaje. Un poderoso, crítico y afilado que proviene del mundo de contrastes que ha experimentado el artista. Su infancia en Durango fue de carencias, atrapado en una realidad insoportable. Contrapuntístico, su trabajo ha abierto las puertas de un mundo lleno de lujo y opulencia.
Tuvo acceso a esas dos facetas del espectro social del país y son esos detalles conflictivos los que integran su proceso creativo. “Ver las dos áreas y luego encontrar la manera de cómo y dónde convergen. Así es México; me encantan sus contrastes. En mi obra siempre hay una crítica, expresa con fuerte convicción, le gusta observar la vida y captarla con su brutal realidad.
Un claro ejemplo de su discurso irreverente se muestra en la serie “Yuxtaposición” (2011.), que le hizo merecedor de la beca del Fonca y de la invitación para exponer en la Galería Ayden de Vancouver.
Es una colección de piezas que partieron de la narcomoda que el artista respiraba día y noche en su estado natal para generar un diccionario con palabras que forman parte del lenguaje común. “Levantamiento”, “Código rojo”, “encierro”, “Mesa de diálogo” y 23 términos más dan título a estas piezas.
En este libro encontrarás la información necesaria para descubrir quiénes eran los detenidos durante el periodo de la guerra civil española. En junio de 2019, esta pieza se convirtió en la estrella de la Bienal Internacional de El Cairo, donde fue el único artista mexicano invitado.
La creación de José Luis Ramirez se encuentra en un almacén acondicionado como sala de estudio, donde cinco personas le ayudan con los dibujos iniciales, la preparación del enorme fondo y la pintura, así como el dibujo y las manchas realizadas por jóvenes artistas. Siempre hay toallas extra grandes, porque el maestro trabaja en varios proyectos a la vez. Un proceso que, aunque comienza con una idea fuerte, en realidad nunca termina de saber lo que va a pasar.
Su trabajo es, en ese sentido, accidental. Sin embargo, siempre se desarrolla bajo un cierto equilibrio y cohesión que da como resultado una historia que te golpea como un tren rápido cada vez que alguien se atreve a detenerse frente a ella. “Creo que la pintura no tiene que ser tan solemne y sin gracia, al contrario, todo lo contrario.
Hay que ser muy divertido, atractivo y tener varios canales de comunicación. Es como reírse hasta las lágrimas; tengo un plan increíble y un abanico de posibilidades casi infinito.
La pregunta obligada sobre el camino que está dando ahora su carrera de artistas dice que no le preocupa y que prefiere enfocarse en el día a día. Así es. Desde que el artista comenzó a asistir a la Escuela de Pintura, Escultura y Artesanías de la Universidad Juárez del Estado de Durango, porque no había matemáticas y la única que podía pagarla, siempre ha tenido un objetivo: no ser un pintor más.
La vida bohemia y la bebida son cosa del pasado. Se dio cuenta de que tenía que practicar, trabajar duro y pintar, pintar y pintar. “Pintar no es una carrera, es un maratón. Ramírez considera que su estilo está todavía en su fase inicial, la madurez, dice, la da el público, la crítica, la envidia, la generosidad.
Eso y aguantar los golpes hasta que 15 años después esas mismas personas vuelvan a buscarlo. “Gajes del oficio” podría decir: “Hoy en día, hay mucho farol intelectual y mucha desinformación sobre los que consumen arte.
Te das cuenta de que el buen arte se sostiene a través del tiempo, y no por una pluma que dicta quién es o no es el artista digno. Por esta razón, no sé a dónde voy. Para mí, mientras mi trabajo me permita llegar. Por qué acabaré muriendo, pero mi trabajo permanecerá.
José Luis Ramírez (nacido el 31 de julio de 1981). ha llevado su agudo sentido de la realidad a varias ciudades del mundo, en exposiciones individuales y colectivas. En mayo de 2019, el artista expuso en «Art Behind the Wall II», en New Light Art Gallery, en Los Ángeles. En el verano de fue invitada a participar en la exposición “Eyes East Bound”, en la XIII Bienal Internacional de El Cairo. En septiembre presentará su obra en la Bienal Angel Zaragoza y esta misma temporada las piezas formarán parte del evento «Single Works», en Mediana Eventi Arte Diseño, en Roma. El 17 de octubre formará parte de la Subasta de Arte 2019 en el Museo de Arte Contemporáneo de la Ciudad de México.
En noviembre de 2020 tendrá lugar el estreno en Alemania de uno de sus proyectos más importantes. Basado en Pedro Páramo, de Juan Rulfo, este libro traerá una colección de 44 obras, todas relacionadas con el texto y más de 20 piezas cortas por sus dos décadas de carrera, que viajarán por Berlín, Colonia y Frankfurt. “Es un proyecto muy ambicioso, porque de él sale un libro que ya se está diseñando en Viena”. “¡Me tienes muy emocionado!”, responde él. La pregunta para un orador es siempre: “¿Qué voy a decir?”. La respuesta es: “Expresarás tus emociones”.